¿Alguna vez te has sentido inseguro, te has comparado con otra persona o incluso has evitado el contacto social para no ser rechazado? Si tu respuesta es sí, déjame contarte que no estás solo y que yo, al igual que tú, he vivido situaciones similares en mi vida. Es necesario fortalecer tu autoestima.
Durante mi infancia, descubrí que por ser negra todo sería más difícil para mí, y luego el hecho de ser mujer supondría una dificultad adicional. Sin embargo, la vida me demostró que puedes triunfar y tener una calidad de vida óptima a pesar de no cumplir con los estándares de la sociedad, y para ello el primer paso es aprender a querernos y aceptarnos tal como somos.
Pero, ¿cómo puedo quererme y aceptarme si no me siento a gusto con quién soy? Bueno, es aquí donde la autoestima juega un papel vital porque es la base sobre la cual construimos nuestra identidad y desarrollamos nuestro bienestar. La autoestima es la valoración que tenemos de nosotros mismos: como percibimos nuestro cuerpo, nuestra forma de ser y de sentir. Querernos nos permite desarrollar una vida plena, y cómo decía Oscar Wilde: “Amarse a uno mismo es el comienzo de un romance de por vida”. Sin embargo, nos preocupamos mucho más por lo que otros piensan y dicen sobre nosotros, y esto trae como consecuencia que nos sobrevaloremos y caigamos en la arrogancia o que nos subestimemos y desarrollemos una imagen negativa.
Ahora bien, aunque no contemos con una buena autoimagen, la buena noticia es que podemos cambiar esa percepción en cualquier momento y comenzar a trabajar nuestra autoestima, haciendo uso de los siete pasos que me han servido a mí, y que estoy segura serán de gran ayuda para ti:
1. Conocerte a ti mismo: Aceptarte y amarte
El primer paso hacia una autoestima saludable es comprender tus fortalezas y abrazar tus debilidades. Conocerte a ti mismo es un acto de amor propio que implica autoaceptación y respeto. Dejar de lado la búsqueda constante de aprobación externa y aprender a valorarte te permitirá entender que eres un ser único y especial.
2. Cuidarte: Física, mental y emocionalmente
Llevar una alimentación equilibrada, practicar ejercicio físico regularmente, y mantener una buena presentación personal, contribuyen a mejorar nuestro bienestar. Cuando nos cuidamos, aumenta la autoconfianza y fortalecemos nuestra autoestima. Recordemos que el autocuidado está muy lejos de ser un acto egoísta; por el contrario, nos permite crear una relación con nosotros mismos basada en el respeto y la empatía.
3. Reconocer pensamientos negativos
Siendo sincero contigo mismo,¿te has puesto a pensar que, en ocasiones, tú eres tu peor crítico? Pues sí, nos sucede a todos, cuando nos juzgamos con dureza y dejamos que los pensamientos negativos se infiltren en nuestra mente. Es nuestra responsabilidad aprender a identificar esas voces autodestructivas que buscan limitarnos, y reemplazarlas por pensamientos constructivos que abran espacios para crecer y desarrollar nuestro máximo potencial.
Reconocer nuestros pensamientos negativos nos permite tomar el control de nuestras emociones, lo que se traduce en una mejora de nuestra autoestima. Recuerda que tanto la conversación interna como lo que pensamos a diario acerca de nosotros mismos, se puede llegar a convertir en realidad.
4. Eliminar relaciones tóxicas
Las relaciones tóxicas pueden socavar nuestra autoestima y generarnos ansiedad e inseguridad. Si realmente quieres fortalecer tu autoestima, debes alejarte de personas y situaciones que te minimizan y te hacen sentir mal. En su lugar, debemos rodearnos de personas que agreguen valor a nuestra vida, que nos respeten y nos impulsen a ser la mejor versión de nosotros mismos.
5. Mirar la vida con optimismo
Cuando desarrollamos un enfoque positivo hacia la vida, aumentamos nuestra confianza y la resiliencia ante los desafíos. Una actitud optimista y agradecida nos permite apreciar lo que tenemos, lo que somos y lo que hemos logrado, por muy pequeño que pueda parecer.
6. Tener paciencia
El camino hacia una autoestima saludable no es lineal; por el contrario, tiene altos y bajos ya que la percepción que tenemos de nosotros y las circunstancias que enfrentamos varían con el pasar de los años. Es vital tener paciencia y ser comprensivos; aprender a aceptarnos y amarnos requiere tiempo y esfuerzo.
7. Ser tu mismo
Desprendernos de las expectativas que los demás tienen sobre nosotros es sumamente liberador. Cuando dejamos de complacer al entorno y de querer encajar, nos acercamos a nuestra verdadera esencia y nos permitimos vivir una vida auténtica y satisfactoria.
Al poner en práctica estos siete pasos estarás trabajando en el fortalecimiento de tu autoestima, con lo cual cultivarás una sana convivencia contigo mismo y con quienes te rodean. Respetarnos, aceptarnos y amarnos es el primer paso hacia un cambio positivo en nosotros, así que no lo pienses más y date el regalo de vivir una vida plena!
Como siempre te digo, me encantaría conocer más de ti! Así que te invito a que me escribas un mensaje en la sección de comentarios o a través de mis redes sociales, y con muchísimo gusto te responderé.
Un abrazo fuerte,
Bisila Bokoko