El emprendimiento como acto de fe

Si alguien me hubiera dicho hace años que terminaría siendo emprendedora, no lo habría creído. Pero aquí estoy, liderando mi propia empresa, compartiendo mi historia y demostrando que con fe y acción, los sueños se hacen realidad.

Cuando miro hacia atrás, veo que mi recorrido no fue lineal ni sencillo. Trabajé como Directora Ejecutiva en la Cámara de Comercio de España en Nueva York, un puesto que me permitió vivir experiencias únicas y conectar con líderes visionarios.

Sin embargo, en un giro inesperado, fui despedida. Ese momento, aunque devastador, fue el punto de inflexión que me llevó a emprender.

Comprendí que las mayores crisis pueden transformarse en los mayores regalos si aprendemos a interpretarlas.

El impacto del despido y el renacer personal

Mi despido fue un golpe emocional que me dejó en un “desierto emocional”. La incertidumbre era inmensa, y sentí como si todo lo que había construido se desmoronara.

Esa experiencia me obligó a reflexionar profundamente sobre quién era y qué quería lograr en mi vida. ¿Cómo podía contribuir al mundo de manera significativa?

Esa etapa de introspección me mostró que, aunque había perdido un trabajo, había ganado una oportunidad única: construir algo propio.

Fue entonces cuando decidí emprender, con la firme convicción de que podía crear un proyecto que reflejara mi propósito y mi visión del mundo.

El inicio fue desafiante porque carecía de un manual que me guiara, pero tenía un deseo profundo de marcar la diferencia.

Fundé BBES, mi empresa con sede en Nueva York, con el objetivo de ayudar a empresas a desarrollarse internacionalmente. Fue un paso al vacío lleno de incertidumbres, pero con una certeza: estaba lista para creer en mí misma.

Entendí que el miedo es parte del proceso. Más que un obstáculo, es una señal de crecimiento. Emprender, para mí, ha sido un constante acto de fe.

Lecciones aprendidas: Disciplina, enfoque y resiliencia

El emprendimiento me ha enseñado la importancia de la disciplina y el enfoque. En mis inicios, tenía demasiadas ideas y quería ejecutarlas todas al mismo tiempo.

Aprendí a priorizar, a centrarme en lo esencial y a confiar en que cada paso, aunque pequeño, me acercaría a mi visión.

La resiliencia también ha sido clave. Hay días en los que todo parece fluir y otros en los que las dudas son inevitables. Pero cada desafío trae consigo una lección, y esos momentos me han dado la fuerza para seguir adelante.

La Importancia del apoyo y el liderazgo humanista

Una de las lecciones más valiosas ha sido rodearme de personas que creen en mi visión. Durante este camino, he encontrado tanto apoyo como escepticismo. Esto es normal, pero no puedes permitir que las dudas externas te definan.

Además, he adoptado un liderazgo humanista, que prioriza la empatía, la colaboración y la conexión. Durante años intenté encajar en un entorno profesional que parecía exigir dureza. Pero cuando lideré desde el corazón, desde mi autenticidad, todo comenzó a fluir.

Este estilo de liderazgo, además de ser efectivo, también permite crear relaciones más significativas.

La libertad como motor del emprendimiento

Uno de los mayores regalos del emprendimiento es la libertad. La libertad de organizar mi tiempo, de estar presente para mi familia y de trabajar en lo que realmente me apasiona. Es un privilegio que no doy por sentado y que me motiva a seguir creciendo.

Ser emprendedora no significa tener todas las respuestas; significa estar dispuesta a aprender constantemente. Es entender que los errores son oportunidades y que cada día es una nueva ocasión para crear.

Un mensaje para los soñadores

Si estás considerando emprender, quiero compartir contigo algo que he aprendido: no necesitas tener todo resuelto para empezar.

El primer paso siempre será el más difícil, pero también el más transformador. Confía en tus habilidades, en tu intuición y en tu capacidad de adaptarte.

Rodéate de personas que te impulsen, prioriza tus metas y no temas liderar desde tu autenticidad. Y, sobre todo, nunca subestimes el poder de la fe. Porque emprender, en esencia, es creer en algo que aún no ves, pero que sabes que puedes construir.

Recuerda que dentro de ti ya tienes todo lo necesario para triunfar. Solo necesitas dar ese salto.

Te invito a seguirme en mis redes sociales (@bisilabokoko).

Un abrazo fuerte,

Bisila Bokoko

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