Ser consciente significa estar presente de forma consciente en lo que estás haciendo
En 2018, me propuse leer 52 libros durante el año. He leído diez hasta ahora. Sintiéndome realizada, escribí sobre mi reto del libro. Muchas personas respondieron con preguntas como ¿Alguna vez duermes? ¿De dónde saca tiempo para leer?
Vivimos en un mundo en el que hacemos malabarismos con muchas cosas a la vez. Mientras terminamos un correo electrónico, estamos hablando por teléfono con un cliente, actualizando nuestro calendario, preparándonos para ir a una reunión, y así una y otra vez. Es un día normal para mucha gente. Sin embargo, debemos entender la diferencia entre multitarea y eficiencia.
Cuando llegamos a casa del trabajo, nos bombardean con tantos sonidos y notificaciones como Instagram, Facebook, Facebook Messenger, Whatsapp, Linkedin y todas esas apps sociales a las que estamos atados. ¿Cuándo tenemos tiempo para respirar? ¿Por qué respondemos a todo con tanta urgencia?
Empecé a meditar en serio en 2015. Antes de esto, intenté meditar, pero no lo conseguí. Simplemente no estaba preparado. Cuando descubrí el Naam Yoga todo cambió y empecé a practicarlo a diario. Meditar ha hecho maravillas en mi vida. Con el tiempo exploré otras prácticas de atención plena y todas funcionaron bien. Tienes que probar diferentes sistemas para encontrar lo que te funciona.
Para responder a la pregunta de dónde saco tiempo para leer: estando presente. Cuando estoy leyendo, cocinando, pasando tiempo con mi familia, escribiendo un correo electrónico, hablando con mis clientes, preparando una presentación, asesorando a alguien, riendo, bailando… estoy plenamente presente y soy consciente de que estoy realizando esa actividad.
Mindfulness consiste en ser consciente y estar despierto. Ser consciente en el trabajo significa estar presente conscientemente en lo que haces, mientras lo haces, así como gestionar tu estado mental y emocional. Si estás escribiendo un informe, hablando con un cliente, en una reunión con tu jefe, etc. el mindfulness requiere que prestes toda tu atención.
Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán en la transición hacia una práctica de mindfulness más rigurosa.
1. Empieza tu jornada laboral estando presente lo mejor que puedas. Detente unos instantes antes de empezar tu jornada laboral. Intenta no empezar inmediatamente a responder correos electrónicos, llamadas telefónicas o notificaciones de Facebook. En lugar de eso, tómate unos minutos para respirar y organizar tu día. Estos pequeños momentos hacen que el día sea más productivo.
2. Haz una sola tarea. La monotarea consiste en hacer una sola cosa a la vez. Para ello, reserva 3 horas únicamente para trabajar en tus proyectos. Desconecta todas las distracciones que puedas y céntrate en realizar una tarea cada vez.
3. Ralentizar para acelerar. Bajando el ritmo, se es más eficiente, productivo, feliz, resistente y saludable en el trabajo. Esto permite a su cerebro ser aún más eficiente, centrado, eficaz en la comunicación con los demás y mejor en el aprendizaje de nuevas habilidades.
4. Cultivar la humildad. Las personas humildes tienen confianza en sí mismas y no sienten la necesidad de recordar continuamente a los demás sus logros. Humildad no significa verse a uno mismo como inferior, sino ser consciente de la natural dependencia y equidad con los que nos rodean.
5. Acepta lo que no puedes cambiar. La aceptación es la base de la atención plena. Ser consciente significa aceptar el momento presente tal y como es. Significa aceptarte a ti mismo, tal y como eres ahora. No significa resignación ni darse por vencido. Si sueña con dejar su lugar de trabajo para crear su propia empresa, dé pequeños pasos para conseguirlo y mantenga una actitud positiva ante el resultado. La atención plena consiste en prestar atención al momento presente y no juzgar tu talento o inteligencia innatos, sino estar abierto a nuevas posibilidades.
Para ser consciente a diario, por muy caótica que sea la vida a tu alrededor, no necesitas estar sentado con las piernas cruzadas durante una hora meditando. En general, para ser más consciente hay que practicar. No te esfuerces demasiado ni lo fuerces para conseguir efectos especiales. Simplemente relájate en el proceso y presta toda la atención que puedas a lo que está aquí ahora. Sea cual sea la forma que adopte. Permítete experimentar la vida tal y como se desarrolla, prestando una atención cuidadosa y sincera. Un buen punto de partida es respirar.