Cuando no has cumplido todas tus expectativas y objetivos anuales
A medida que se acerca el nuevo año, la mayoría de nosotros no podemos evitar repasar el anterior. Al hacerlo, nos preguntamos si hemos cumplido todos los objetivos que nos fijamos a principios de año. Al hacer mi propia revisión, me doy cuenta de que no he cumplido todos mis objetivos.
Ahora bien, puede parecer una locura oírme decir que no he conseguido todo lo que quería ya que, a ojos del mundo exterior, se me considera muy exitosa. Hace tan solo una semana, por ejemplo, fui nombrada Ciudadana del Mundo 2019 por el Comité de Hospitalidad de las Naciones Unidas, un premio que me ha hecho mucha ilusión y me ha llenado de satisfacción. En septiembre recibí el Premio Internacional de la Federación de Mujeres Directivas y Empresarias de España (FEDEPE). Como era el primer premio que recibía en mi país de nacimiento, España, fue muy especial.
Además, este año he dado conferencias en unos ocho países distintos, he ampliado mis redes y he elaborado distintos talleres y programas. También desarrollé programas de tutoría individual y participé en programas de tutoría con la Fundación Cherie Blair, el Ayuntamiento de Nueva York y el Global Thinkers Forum. También conseguí pasar más tiempo de calidad con mi familia, ya que pasé casi tres meses viajando con ellos, y tuve más tiempo para los amigos y el ocio, en general.
Sin embargo, a pesar de todo lo que logré, no fue suficiente. ¿Sabe todos esos propósitos de año nuevo que nos hacemos? Tenía más de 15 objetivos para el año, pero sólo cumplí unos 10 de ellos. ¿Es curioso que, por mucho que consigamos, sigamos teniendo tendencia a centrarnos en las cosas que no hemos hecho? En cualquier caso, debemos tener cuidado con aquello en lo que nos centramos, porque nuestro nivel de frustración y estrés aumenta como consecuencia de este enfoque.
Uno de mis objetivos era ir al gimnasio cinco veces por semana y hacer yoga tres veces por semana. Quería meditar una hora cada día, aprender a hablar alemán, mejorar mi nivel de escritura en francés y ¡¡¡abrir mi mercado en Latinoamérica!!! Sí, ¡sí! También quería perder algunos kilos, escribir más y leer más. ¿Y después qué?
Abandoné mi antiguo patrón de perfeccionismo en 2018, pero no he abandonado ser dura conmigo misma y ser súper exigente. Este año, sin embargo, estoy decidida a dejar atrás para siempre este patrón de conducta, porque este comportamiento no me ayuda a avanzar. Me doy cuenta de que tengo que centrarme en progresar. La verdad es que he progresado mucho, y me gusta más la persona que soy hoy que la que era a principios de año.
A veces nuestra frustración es el resultado de una percepción errónea que puede incluso no ser real, así que aquí va mi consejo:
1) Pregúntese si está progresando. No se centre únicamente en los resultados.
2) Analiza si te estás comparando con los demás. La única persona con la que debes compararte es con la que eras ayer.
3) Conecta con tu verdadero yo. ¿Realmente quieres eso que has enumerado en tus objetivos?
4) Revise sus objetivos cada tres meses. Seguimos evolucionando; por tanto, nuestros objetivos también evolucionan. ¡Plan!
5) Celebre cada victoria, sea grande o pequeña.
6) Suelta todo lo que te esté causando ansiedad, ¡que no necesitas!
7) Vuelva a centrarse. Es un proceso continuo.
8) Vive con la actitud “Sí, puedo”.
9) No te tomes nada demasiado en serio ni demasiado personalmente.
10) Acepta tus emociones aunque sean negativas. Sumérgete en ellos, siéntelos y sigue adelante.
11) Busque la perspectiva objetiva de alguien de fuera. Después de todo, quizá no esté tan atrasado como cree.
En conclusión, no entretengas esta emoción (frustración) durante demasiado tiempo, porque puede impedirte avanzar. En esta época del año, desplaza tu energía hacia tus logros y hacia todas las experiencias y momentos increíbles que has vivido. Adopta la actitud de la persona en la que quieres convertirte porque, al final, nuestros objetivos y planes nos ayudarán a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.
Que tengas un bonito fin de año. Disfruta de cada minuto, independientemente de que tu año haya sido estupendo o no. La buena noticia, después de todo, es que llega un nuevo año, ¡y puedes hacer que sea el mejor de tu vida!
¡¡¡Feliz Año Nuevo 2020!!!